Declaraciones del padre de Messi: "Leo está muy mal"
En declaraciones realizadas en Buenos Aires luego del empate entre la selección argentina y la selección de Colombia, con posterior silbatina hacia Messi y hacia todo el equipo, Jorge Messi -el padre de Lionel- señaló que "Leo está muy mal" por las críticas recibidas.
El rosarino padre del delantero culé acotó que Leo "no entiende por qué surgió todo esto. Pero la gente es libre de opinar lo que quiera. Lo que más molesta es lo que dice la prensa, que crean situaciones que nadie espera. Le echan nafta al fuego. La prensa argentina puede criticar, porque es lógico y Argentina está jugando mal, pero debería cuidar un poco más a su equipo", manifestó en recientes declaraciones el padre de Messi aludiendo a cierta liviandad de algunos comunicadores sociales que, irresponsablemente descargan sus críticas. Después, naturalmente, los periodistas no se sienten responsables de la violencia en el fútbol.
La realidad es que la falta de resultados de la selección ha desatado en Argentina una especie de debante nacional en el que cada persona o periodista se considera con derecho a opinar y cree que tiene razón, y que ha tenido como una consecuencia desagradable en primer lugar que se responsabilice a un solo jugador -Leo Messi- de las falencias de un conjunto, de un grupo que no ha mostrado funcionar colecitivamente y adicionalmente que se hagan públicas opiniones disparatadas y agresivas, injustamente dirigidas tanto hacia Messi como hacia los demás jugadores.
Un párrafo aparte merecen las críticas efectuadas a Messi en el sentido de que no es efusivo para cantar el himno de Argentina, tema sobre el que también hizo declaraciones Jorge, el padre de Messi: "eso depende de la personalidad de cada uno" "mirá lo que critican" dijo el argentino.
Lo cierto es que un partido de fútbol nada tiene que ver con el nacionalismo -salvo en el sentido de que a veces se utiliza socialmente el fútbol para fomentar el sentimiento nacionalista de la gente- ni con la soberanía, por lo que resulta inadecuado incluso que se canten los himnos nacionales en los partidos. Un partido de selecciones no es una guerra entre países, aunque muchas veces con fines comerciales y de otra naturaleza se apela a sentimientos, prejuicios y argumentos emotivos para suscitar el interés y la participación de la gente en el fútbol, sino un juego deportivo en el que participan equipos que pertenecen a asociaciones que forman parte de la sociedad civil -no del estado- como son las asociaciones que administran el fútbol de cada país, que incluso muchas veces funcionan como empresas, lo que nada tiene que ver con los estados nacionales ni con los intereses soberanos.
Más allá del caso de Messi, las declaraciones de Jorge Messi antes del triunfo de Argentina sobre Costa Rica en Copa América 2011 sacan a relucir un aspecto negativo de la maquinaria -comercial, ideológica- del fútbol que, como suele ocurrir con los boxeadores que pasan de la gloria a la nada, puede hacer mucho daño a las personas a partir de equívocos y prejuicios.
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